En el Foro Económico Mundial Milei en Davos: Fuerte defensa del capitalismo de libre empresa y críticas al socialismo «empobrecedor»
«Vengo a plantar las ideas de la libertad» había dicho el Presidente al llegar a tierra suiza, y en esa línea discurrió su discurso este miércoles frente a una elite del empresariado mundial al que llamó a no ceder «al avance del Estado». Críticas a la «agenda del feminismo radical».
«Occidente está en peligro», advirtió el Presiente argentino Javier Milei en la ciudad suiza de Davos, en el marco del Foro Económico Mundial el que participan líderes mundiales. Fue este miércoles en su presentación ante una elite empresaria internacional que el mandatario volvió a argumentar en favor del liberalismo y a cuestionar las ideas del socialismo y cualquier política que involucre la intervención de Estado.
«Estoy acá para decirles que Occidente está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo y, en consecuencia, a la pobreza», sostuvo el libertario.
Fueron casi 25 minutos que Milei cerró con una interpelación directa a los empresarios que lo seguían en el mismo recinto o desde las plataformas que siguen desde el lunes el devenir del Foro: «No se dejen amedrentar por la casta ni por los parásitos que viven de la política. No cedan ante el avance del Estado, el Estado es el problema», dijo Milei para pedir que «cuenten con Argentina» y coronar su presentación con su característica expresión: «Viva la libertad, carajo».
La presentación tuvo fuertes señalamientos a la realidad local y, de hecho, llevó a Davos parte de los argumentos que desgranó durante a campaña electoral y, luego, una vez que asumió al frente de la Presidencia. Frente a la audiencia que participaba del Foro, señaló que «lejos de ser la causa de nuestros problemas, el capitalismo de libre empresa es la única herramienta para terminar con el hambre y la pobreza», a la vez que cuestionó a la «doxa de izquierda» que critica este modelo económico al que considera «injusto».
«En mi país esto es una constante en el discurso de los últimos años: la justicia social no es justa», dijo Milei a la vez que sostuvo que «si el Estado castiga al capitalista por tener éxito, ese empresario va a producir menos y la torta será mas chica».
«¿Cómo puede ser que desde la academia y la política internacional se demonice un sistema que ha sacado a la población de la pobreza», se preguntó más adelante, para responder que «gracias al capitalismo de libre empresa el mundo se encuentra en su mejor momento y es más rico, más libre, más pacífico y más próspero», condiciones que comparten en particular «los países que son libres» que son, además, 12 veces más ricos».
«El empresario exitoso es un benefactor social. Un empresario exitoso es un héroe», dijo Milei y aseguró que ese es el modelo que está proponiendo para la Argentina.
«¿Por qué digo que Occidente está en peligro? Porque en países donde deberíamos defender el liberalismo, algunos por errores en su marco teórico y otros por ambición de poder, están abriendo las puertas al socialismo» que es «siempre y en todo lugar un fenómeno empobrecedor» que «fracasó en todos los países donde se intentó».
Más adelante aseguró que «los fallos de mercado no existen» y apeló a la no intervención y la no coacción del Estado.
El socialismo tuvo que «cambiar su agenda dejando atrás la lucha de clases para reemplazarla con otros conflictos». En este punto situó la «pelea ridícula y antinatural entre el hombre y la mujer», para señalar que «el libertarismo ya establece la igualdad entre hombres y mujeres» y cuestionar la «agenda del feminismo radical» que derivó en más intervención del Estado y en «dar trabajo a burócratas».
También planteó el otro eje de la agenda que considera socialista como es la de «el hombre contra la naturaleza» y la «agenda sangrienta del aborto». «Por suerte somos cada vez más los que levantamos la voz porque si no combatimos estas ideas vamos a tener más Estado, más regulación, más socialismo, menos libertad y peor nivel de vida», sentenció.
«Venimos a invitar a los demás países de Occidente a que retomemos la libertad económica», frente al «fenómeno de empobrecimiento que produce el colectivismo», dijo el Presidente y volvió a referirse en forma directa a nuestro país para exponer que «el caso argentino es la demostración de que no importa cuan rico sea, cuan educada sea la población y cuántos lingotes de oro estén en el Banco Central: si se adoptan medidas que entorpecen el libre funcionamiento del mercado, el único destino posible es la pobreza».
